martes, 17 de febrero de 2009

¿Perdí?

Déjame quererte, protejerte. Déjame decirte lo lindo que estuviste hoy, o como mi corazón palpitó 2.5 segundos más rapido cuando te vi llegar. Déjame tocarte la mano y emprender vuelo, fuera de acá, de nuestra miserable realidad. Déjame llevarte a un paraíso, un lugar, un universo completamente exclusivo para nosotros dos. Déjame construirlo, matarme en el intento si lo deseas, solo quiero verte sonreir, y brillar, como siempre. Déjame ser adicto al dolor que me provocas, déjame ignorarte cuando hables de otro. Déjame presentarte a todos como mi amor platónico, mi vacilación. Déjame cantarte y petrificarme frente a tu eterna divinidad. Déjame bailar contigo y que sientas mi cariño, frente a frente, meciéndonos al ritmo de las melodías de amor. Déjame revivir y sonreir, sin miedo a que te asustes. Déjame recitarte poesías al oído y mirarte con detenimiento. Déjame tener tu corazón en mis manos y darle calor. Déjame oirte decir "te quiero", para luego secar tus lágrimas y abrazarte porque sé que es doloroso mentir tanto. Déjame darte mi ser entero y que te quedes con él, no me importa, no es mucho de todas formas. Déjame regalarte un beso, una caricia. Déjame verte más a menudo, ¿que tal mañana? Déjame olvidar el drama de hoy y empezar de nuevo, como si aun fuera jueves por la tarde y mi corazón latiese fuera de ritmo, MUY fuera de ritmo.

1 comentario:

Azucena Oré Vereau dijo...

Hey hombre! pensé que andabas desaparecido. Qué bueno que regresaste! :)