miércoles, 4 de marzo de 2009

Derrama las última lágrimas, amor secreto, sella las últimas mentiras veraderas y déjame cobijarte y espantar a tus demonios. Acércate un poco más, tan solo una respiración, y fabrica en mí la felicidad que falta... Hazla rebozar. ¿Será este nuestro adios? ¿Será acaso que el enemigo lograra atravesar tu corazón y huir por las noches con él? Está claro que ya imaginaste un mundo con él, y yo no soy parte de ello.

Pero, oh mi amor, yo sí imaginé un mundo contigo, un mundo donde caminábamos de la mano por toda Europa, tú ya sabes especialmente dónde. Un mundo donde yo era tu superhéroe y poderes no me faltaban. Un mundo donde no sufrías más, donde yo te hacía feliz y tú me hacias aún más. Un mundo donde no importaba que ambos fueramos tan problemáticos, miedosos, aterrados... Un mundo donde no tenía miedo de mirarte a los ojos y decirte que te amo, que te necesito, que lo eres todo para mí, que la luna no ilumina más mis noches pues tu solo recuerdo ya es luz infinita, que los atardeceres de los jueves se hacen eternos si no estás recostado en mi hombro, pidiéndome tan solo cinco minutos más... Un mundo donde tú caes y yo siempre estoy al final de tu abismo, esperándote, pacientemente, eternamente. Después de todo, es amor lo que siento.

"¿Y tú qué sabes del amor?", gran pregunta, porque no sé absolutamente NADA. No sé lo que es dar el beso de deveritas, el sincero, el que nunca llega; no sé que se siente que te digan te amo cada cinco segundos; no sé lo que es ver una película abrazados, besándose incotrolablemente; ni sé lo que se siente saber que alguien piensa en ti, que inundas su pensamiento en cada suspiro que le queda y en cada canción que entre las dos almas se han dedicado; no sé lo que es ver el atardecer juntos y prometer estar juntos una vida entera..., no sé lo que es ser amado ni tampoco creo que alguna vez lo sepa.

Ja. Ni creas que estos serán las últimas líneas que te escribiré, mi amor fortuito, ni la última vez que te soñaré en mis pesadillas, ni la última vez que te besaré en mi secreto. Esto seguirá hasta que la distancia que en unas horas nos separará me termine matando, me termine deseando jamás haberte conocido, jamás haberme enamorado, jamás haberte echo caer y jamás haberte oído hablar. ¿Cuánto falta? Ya te lo dije, 18 meses, 12960 horas, todo el tiempo que me queda aquí. Te amo, por favor, nunca lo olvides..., aunque te duela.